MIRANDO AL MAR

Guárdame las cartas de mi suerte, el desorden de los días, tu lance de amor a muerte y la lágrima que me diría: si no me mata tu amor, me matará no tenerte. Guárdame tus pasos por mi viday la tarde en la mirada y toda la mar detrás y el poniente en la cintura; si pude quererte más, guárdame también la vida
Suscribirse a:
Entradas (Atom)